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Necesitamos la visión sobre las cosas, el optimismo que asociamos al sol naciente,
el aire, incluso espiritual, para respirar, para poder servir a nuestra sociedad como
ciudadanos conscientes y responsables, como pilares importantes. La sociedad debe
beneficiarse de su visión crítica de las cosas. Defiendan las ideas de libertad, de justicia
y de utilidad, con todos los medios de los que disponemos hoy en día, ¡eso es más
importante aquí y ahora que nunca!
Estoy seguro de que en los próximos años todos ustedes ampliarán sus posibilidades
intelectuales y prácticas de hacer todo esto con compromiso. Deben convertirse en
los solucionadores de problemas de este mundo. Se los necesita para tomar una
posición fundada sobre las grandes cuestiones sociales de nuestro tiempo y para
mejorar nuestra convivencia, en sus lugares de residencia, en nuestros países, en el
mundo globalizado. Les espera nada menos que esta tarea, y en la Goethe-Schule se
les han dado las herramientas para ello.
Salgan al mundo como ciudadanos maduros, ¡un reto nada despreciable!
Encuentren las colinas que quieren subir, ¡esto es un gran desafío! Deshacerse de
las autoridades convencionales - sobre todo esto es un reto no menor. Acepten la
ayuda que necesitan. Pensar a contracorriente, cuestionar lo conocido y probado, es
lo que los llevará a encontrar sus propias soluciones. Y puede que estas soluciones los
lleven a metas completamente insospechadas, ¡incluso más allá del Mont Ventoux o
del Aconcagua!
Y si hacen caso a lo que dijo una vez el escritor Hermann Löns, que la pieza más
importante del equipaje es y sigue siendo un corazón alegre, entonces lo están
haciendo todo bien. Mantengan un corazón alegre en todas las cosas importantes
y desgastantes que acabo de mencionar y, a pesar de todos los esfuerzos que se les
exigen, dejen que su alma tambalee de vez en cuando: de ahí surge la fuerza con
la que pueden utilizar sus fortalezas y aportar sus ideas y proyectos, algunos de los
cuales pudimos conocer en el contexto de sus exámenes finales.
Teniendo esto en cuenta, celébrenlo como es debido y respiren hondo antes de
dar los siguientes pasos. Los felicito sinceramente por haber sido capaces de hacerlo
aprobando uno y hasta dos bachilleratos y les deseo sólo lo mejor para su futuro.
Mantengan un buen recuerdo de sus días escolares en la Goethe-Schule y procuren
seguir en contacto como exalumnos.
¡Muchas gracias por su atención!
Philipp Wehmann
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