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había sido papá hacía una semana, que Sofía no pudo dejar de ir a la fiesta de 15 de su
mejor amiga y por ello pedía disculpas por su falta de atención. Faltaron las risas por
las respuestas incorrectas en los juegos gramaticales y en las prácticas orales.
Este año tuve un grupo que hubo que dividir en dos. Los alumnos que me habían
tenido dos años seguidos sintieron ese vacío y fue difícil trabajar sin esa parte esencial
en mi forma de enseñanza. Los estudiantes nuevos también lo sufrieron. Un año
deshumanizado, extraño y agotador con la esperanza de que pronto pueda retomarse
la enseñanza convencional. Derivaban en prendas como correr una vuelta por la pista
de atletismo, los 90/90/90 contra la pared (un ejercicio de fuerza), faltaron los aplausos
después de que Gabriela, muerta de miedo ante un oral, hubiera dado el gran paso
como voluntaria en la recta final de la ejercitación de un año extraño, y en momentos
agotador, que nos hizo aprender mucho sobre nosotros mismos.
Sonia Wurmlinger
EL DESAFÍO DE ENSEÑAR
Soy Heidi Zeuch, trabajo en la Humboldt hace algunos años enseñando el idioma
alemán a niños, jóvenes y adultos. Hace algún tiempo comencé a preparar a varios
niños y niñas para distintos niveles dentro de la Primaria. Desde mi experiencia, cada
uno de ellos representa un desafío muy particular: los chicos necesitan adoptar, en
poco tiempo, una gran cantidad de conocimiento de un idioma que les es totalmente
desconocido hasta ese momento y llegar a una fecha en que participan de un examen
de ingreso. Esto conlleva desde ya muchas expectativas, motivación, esfuerzo y trabajo
en equipo con los padres para que puedan llegar sintiéndose seguros y cómodos a
ese momento.
Y este año 2020 fue muy distinto para todos. Todos tuvimos que adaptarnos muy
rápidamente a nuevas reglas, adquirir nuevas conductas y cambiar otras. Fue una
experiencia que todos transitamos de la mejor manera posible.
Se nos presentó un enorme y desafiante cambio de ambiente tanto para alumnos
como para docentes y esto trajo una adaptación de contenidos y formas de trabajar.
La virtualidad transformó los climas de las clases, las maneras de conectarnos y de
transmitir las bases necesarias para un nuevo idioma.
Estoy muy contenta y orgullosa por los logros de mis alumnos en este año tan
distinto. Porque, a pesar de todo, no cambiaron las ganas de aprender. También estoy
muy agradecida a la Humboldt por tener este espacio y la oportunidad de enseñar y
aprender cada día, inclusive bajo este nuevo sistema virtual.
Heidi Zeuch
SER DOCENTE EN CUARENTENA
Hola! Soy Sabrina Vaillant, ex alumna del cole. Actualmente soy profesora de alemán,
enseñando el idioma a los adultos. Hace casi 15 años que trabajo en la Humboldt. Y
hace 5 años que me dedico a transmitir el idioma a aquellos papás interesados en
aprenderlo, cuyos hijos van al cole. La verdad es que siempre ame esta profesión,
pero enseñar a los adultos, con la libertad que me da la Humboldt, es increíblemente
fascinante.
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