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Durante este año por nuestro querido rincón pasaron monarcas, gusanos de seda,
hormigas, nidos, plumas, y mucho más. Tuvimos la suerte de observar la metamorfósis
de una mariposa, cómo se construye un hormiguero, de qué está hecho un nido de
hornero y tantas otras cosas más. Las preguntas abundaron y la curiosidad reinó en
el ambiente. Todos nos volvimos un poco más atentos y nos maravillamos con los
tonos de las flores, los detalles de las plumas y los pequeños insectos que podemos
descubrir al salir al patio. En este proceso, el idioma se estimula y enriquece, ya que
el interés genuino logra que las palabras se asocien y permeen en alemán. Nuestras
alumnas y alumnos incorporaron y dicen con emoción palabras como: Spinne, Biene,
Ameise, Käfer, Wasser, Schmetterling (araña, abeja, hormiga, escarabajo, agua y
mariposa), entre otras. No falta la oportunidad de usar adjetivos para describir lo que
ven: groß, klein, bunt, rot, gelb (grande, chico, colorido, rojo, amarillo) son solo algunos
de ellos. También se han apropiado de frases que les permiten llamar la atención de
sus compañeros, anticipando que han encontrado algo interesante: guck mal/schau
mal (mirá), nicht anfassen!(no tocar).
Finalmente, el corazón del rincón de ciencias, aquello que buscamos generar, es
aprender a valorar la naturaleza que nos rodea, a través de lo simple, de lo que siempre
está ahí esperando para volverse una maravilla con el simple cambio de nuestra
percepción. Que los niños y niñas puedan ver la luna en el cielo y asombrarse cada
día, que puedan ver una hormiga caminando y pensar que encubre un mundo por
descubrir. Así, podrán andar disfrutando de la riqueza que nos rodea.
El rincón de ciencias abre la posibilidad de tener un mundo más amplio. Para ello,
no es necesario que a uno le gusten los insectos, las plantas o la ciencia en general,
sino estar atento para poder ofrecer la oportunidad de vivenciar algo que tal vez no se
haya notado a simple vista.
Carol Hagen y Cristina Massen
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