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En lo relacionado con nuestra gobernanza, articulamos un mecanismo de
postulación de socios interesados en integrar la Comisión Directiva. Esa iniciativa apunta
a transparentar el proceso de selección, abrir canales de participación e incrementar
el involucramiento de la comunidad de socios en el entendimiento de los procesos
para definir las estrategias y la toma de decisiones de la Asociación. La complejidad
creciente de las instituciones educativas, por un lado, y nuestro ambicioso proyecto
estratégico anclado en aumentar las oportunidades para nuestros alumnos por
el otro, van acompañados de desafíos crecientes que, a su vez, invitan a repensar
continuamente tanto el funcionamiento de la Comisión Directiva como su integración,
con miras a mejorar su eficacia en la formulación de metas estratégicas, que es su
principal responsabilidad.

Finalmente, la comunicación por parte de Florencia Noguera y Mariana Aragón en
marzo de 2022, de su decisión de retirarse al terminar ese ciclo lectivo nos permitió
conducir un proceso de búsqueda de sus sucesores ordenado en el que participaron
activamente junto a la Comisión Directiva tanto las directoras salientes como la
dirección alemana. Se gestó una transición ordenada y marcada por el trabajo conjunto
en torno a la búsqueda de postulantes que respondiesen al perfil de directivos
que la Goethe-Schule requiere en este momento de su trayectoria como proyecto
pedagógico bicultural y trilingüe, generador de oportunidades para argentinos que
se forman para desplegar sus talentos en el siglo XXI.
Nuestras ambiciones en el frente edilicio preveían el comienzo de la construcción
del nuevo pabellón que albergará el comedor para los niveles inicial y primario.
Lamentablemente, esas ambiciones se vieron condicionadas por la inestabilidad
económica y financiera que afecta al país. El proyecto aprobado fue licitado, y el marco
contractual fue consensuado con la empresa seleccionada. Sin embargo, a la luz de
la volatilidad cambiaria y de precios, y los imponderables que afectan la importación
de materiales imprescindibles para la obra, la Comisión Directiva consideró prudente
demorar el inicio hasta tener mayor previsibilidad respecto del costo completo del
proyecto y la capacidad de ejecutarlo en los plazos previstos.

Mientras recorríamos nuestro 125 aniversario, el mundo experimentaba grandes
cambios y convulsiones a las que no somos ajenos. En lo que nos concierne de
manera directa, la incorporación de la tecnología a la educación se aceleró. Por
un lado, esos procesos ponen a disposición de nuestros docentes y alumnos
instrumentos para enseñar y aprender que hasta hace poco tiempo pertenecían a
la ficción. A la vez, reconocemos en las escuelas —cuya misión sigue siendo avanzar
el bienestar de infantes y jóvenes a partir del proceso de enseñanza y aprendizaje—
una capacidad superior de velar por el cuidado de muchos aspectos del desarrollo
humano, justamente porque son abordados por personas que, desde sus emociones
y sentimientos, estarán atentas a dimensiones de ese desarrollo que la tecnología no
captura. El concepto de “aprender” que promovemos en esta comunidad escolar está
impregnado de humanidad y se nutre de la presencia de docentes comprometidos
con la búsqueda de respuestas integrales, incluyendo emocionales, a la curiosidad de
nuestros alumnos, que es el motor del aprendizaje. Si contrastamos los indudables
y prometedores progresos tecnológicos con el flagelo de una guerra que se libra a
las puertas mismas de Alemania, reafirmaremos la importancia del aporte que cada
educador puede hacer a la formación integral de personas comprometidas con los
valores que ayuden a hacer del planeta, el único espacio habitable que por ahora

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