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vez por semana a través de Zoom para aprender a tejer. El desafío fue enorme, pero
el amor y el pensar en el otro nos motivó a no bajar los brazos. Lanas y agujas eran
las principales protagonistas de los “tejizooms” de los jueves y, al volver al colegio,
nuestros almuerzos PAS fueron indispensables para que este proyecto cumpliera su
misión.

Manos llenas de solidaridad, más agujas y lanas que se convirtieron en cuadrados y
esos cuadrados, en mantas para abrigar a los más pequeños. Cada vez nuestro sueño
estaba más cerca. En el mes de septiembre, hicimos nuestra primera donación a la
Maternidad de San Isidro y, luego, otras tantas se fueron para Santiago del Estero. Pero
fuimos por más. Este equipo de trabajo llevó adelante - primero silenciosa y después
masivamente - una campaña para juntar elementos de higiene y útiles escolares para
donar a las Damas Rosadas del Hospital Materno Infantil. Nunca paramos de tejer.
En diciembre, llevamos todo lo recolectado y nuestra última tanda de frazaditas. Este
pequeño grupo tejió en total 50 mantas.

Cincuenta bebés, niños y niñas estarán abrigados gracias a los que donaron lanas,
cuadraditos, tiempo y amor para cobijar a los más chiquitos e inocentes. Nuestro
sueño se hizo realidad. La magia está en cada uno de nosotros…
Agradecemos a toda la comunidad educativa de la Goethe-Schule por el apoyo
constante al proyecto y por todas las muestras de solidaridad que año tras año nos
brindan y que nos permiten seguir manteniendo con vida las propuestas y acciones
en servicio. Deseamos de corazón que el próximo año nos volvamos a encontrar
trabajando juntos.
Viviana Ojanguren, Mariana Basara y Sebastián Nicoli

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