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Buenas noches a todos.
Saludo especialmente a la Sra. Inspectora Jefe de la
Región 6, Lic. Liliana Ballesteros, que nos acompaña en
esta ocasión. Bienvenidos a este festejo.
Finalmente estamos acá para celebrar la graduación
de esta camada de alumnos 2021. Este encuentro en
esta fecha es una adaptación más de todas las que
hemos tenido que vivir en estos dos últimos años, tan
distintos a lo que estábamos acostumbrados.
Marcela Tabanera de Friedrich Me alegra poder felicitar a este grupo de alumnos por
terminar esta etapa que es un hito en sus vidas. También
poder agradecer a todos los que acompañaron a estos alumnos y que supieron
adaptarse con ellos a las circunstancias tan diferentes: sus familias, sus directivos,
sus docentes, el personal administrativo, de maestranza y equipos de apoyo. Todos
transitando juntos, buscando nuevos modos en el día a día.
Todos fuimos sacudidos por un contexto muy inesperado que nos sorprendió
y cambió en muchos sentidos nuestra vida. Un acontecimiento mundial que puso
entre paréntesis la vida que teníamos. Sabemos que la pandemia ha causado dolor
y desconcierto. La gran pregunta es además qué aprendimos y qué seguiremos
aprendiendo de esta experiencia.
Quisiera compartir brevemente algunas reflexiones y repasar algunos hechos, un
poco desde mi inquietud como educadora y parte de esta Comisión Directiva.
El mundo estaba inmerso en la mentada cuarta revolución con los enormes
cambios en comunicación, globalización y avances tecnológicos y a raíz de esto, en el
ámbito de la educación, muchos investigadores de distintos países y universidades se
han planteado desde hace décadas y se siguen preguntando y reflexionan sobre qué
tipo de escuela necesitan las nuevas generaciones de alumnos. La comunidad Goethe
viene haciéndose también esta pregunta.
Y en medio de este proceso, sucedió la pandemia que no imaginábamos. Un primer
aprendizaje quizás: no todo ocurre tal como lo planeamos y queremos “controlar”. Una
constancia elemental que es parte de nuestra vida pero que olvidamos fácilmente.
Este hecho provocó una aceleración de necesidades y mucho que todavía tenemos
que procesar.
Entendimos que tenemos que adaptarnos a una nueva realidad. Una realidad con
una velocidad acelerada. Tratar de estar atentos entonces, mirar lo que sucede y cómo
nos afecta, escuchar señales y pensar creativamente lo más rápido posible para que
no nos encuentre y sumerja un tsunami en medio de una parálisis.
En el 2022 entramos justamente en el año de los festejos de los 125 años de nuestro
colegio. Y me gustaría proponer hacerlo con una especie de fidelidad creativa. Esto es:
• ser fieles a los valores que sostenemos y queremos transmitir;
• recordar y agradecer a todos los que nos precedieron en la historia de este colegio
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