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pero mantengo viva la vocación, la llama de mi ideal, enseñar y aprender. Creo que la   Palabras a María Cristina González
 educación es la fuerza más importante de transformación humana. Y desde ese impulso
 elegí un texto de Gabriel Celaya para compartir antes de despedirme:  A propósito de la entrega del “árbol de los deseos”
                                  como obsequio especial del profesorado
 Educar es lo mismo
 que poner motor a una barca…   El árbol tiene un significado simbólico en todas las culturas del mundo.
 hay que medir, pesar, equilibrar…   Con sus funciones protectora y nutriente, representa la diosa madre. Profundamente
 … y poner todo en marcha.   arraigado en la tierra, extrae el agua del suelo y trata de alcanzar el cielo y la eternidad.
 Para eso,     Está relacionado con el simbolismo de los pilares y las montañas.
 uno tiene que llevar en el alma   Cada árbol, especie o grupo de árboles posee sus propias asociaciones simbólicas.
 un poco de marino…   La figura del árbol con sus raíces firmemente plantadas en el suelo, el tronco recto y
 un poco de pirata…   ascendente y la copa que parece abarcar el cielo, sirvió con frecuencia para expresar la
 un poco de poeta…   idea de la vinculación entre los aspectos cósmicos, el de lo subterráneo, telúrico y el de
 y un kilo y medio de paciencia   lo celestial.
 concentrada.   Adquiere trascendencia religiosa como imagen o morada de divinidades o poderes
 Pero es consolador soñar,   luminosos.
 mientras uno trabaja,   Como símbolo universal está presente en numerosas tradiciones, en tanto que es una
 que ese barco, ese niño,   potente representación del mundo vegetal, en un sentido más amplio; la vida del cosmos,
 irá muy lejos por el agua.   su densidad, crecimiento, proliferación, generación y regeneración.
 Soñar que ese navío   En tal sentido, el árbol actúa como eje del mundo y es rodeado por un conjunto de
 llevará nuestra carga de palabras   ciclos de manifestación universal.
 hacia puertos distantes,
 hacia islas lejanas.   Por esta razón, elegimos un árbol para obsequiarte, pero no cualquier árbol, sino “el
 Soñar que cuando un día   árbol de los deseos”, al que puede atribuírsele la suma de todo lo real para denominarlo
 esté durmiendo nuestra propia barca,   como tal. Cada sobre, sostenido entre sus ramas encierran los mejores deseos, para este
 en barcos nuevos seguirá   nuevo ciclo que comenzás. Es el deseo de todos los chicos de la escuela que dirigiste
 nuestra bandera   hasta hoy.
 enarbolada.
               Van con ellos, nuestro reconocimiento y agradecimiento por tan impecable gestión.
 Los amo desde la humanidad que encierra cada quien, y desde ese amor es que he
 podido escucharlos tantas veces sin mirar el reloj, he podido dar sin límites y he podido   Prof. Graciela Espósito
 sembrar con la fe puesta en que otros levanten una cosecha abundante!  en nombre del profesorado
 ¡Gracias…!
 Y ¡Hasta siempre…!
 María Cristina González


















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