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„Y al final todo estará bien. Y si no está bien, no es el final” (Oscar Wilde)
Estimado lectores:
Al final todo estuvo bien, muy bien, excelente. Somos un colegio alemán de excelencia
en el extranjero. Y ya tenemos el logo. A mí me gusta mucho. Parece un ojo o un adorno con
los colores de la bandera alemana. El correspondiente certificado aún debe ser firmado por
el Presidente de la República Federal de Alemania. El informe detallado sobre la visita de los
inspectores entre el 24 y 28 de octubre nos llegará recién en unas semanas. Nos quedaron,
además de la presentación final de los inspectores, los comentarios, que se hicieron durante
el acto de cierre y una cantidad de emociones y observaciones y valoraciones personales.
¿A quién debemos agradecerle que todo haya salido bien? Pienso que a todos, a toda la
comunidad escolar. La calidad del Colegio es la calidad del sistema. Muchos han efectuado
un esfuerzo adicional, para que la calidad fuera visible. Muchos documentos fueron elaborados
y recopilados, las paredes de aulas y pasillos y las vitrinas fueron renovadas, se compraron
varios retroproyectores. Las clases fueron preparadas intensamente. Las banderitas del desfile,
que aún permanecían colgadas, le otorgaban al Colegio un carácter festivo adicional.
Y luego llegaron … los inspectores. La tensión ya se percibía al comienzo de la semana
y fue creciendo cada día. De entrevista a entrevista, de hora a hora. ¿En qué clases estuvieron,
en cuáles aún no? Desilusión cuando una clase bien lograda no fue visitada.
Y luego la presentación final: el colegio Goethe ha cumplido ampliamente con los
requisitos mínimos establecidos en los estándares de excelencia. Casi todos los puntos
evaluados se encuentran en el rango positivo, tres puntos fueron evaluados más bien flojos
que fuertes y obtuvimos un punto fuerte en el ítem “Apertura del Colegio y cooperación
con interlocutores externos”. Curiosamente la primera mirada siempre está puesta en los
puntos críticos en lugar el alegrarnos por las calificaciones positivas. ¡Seguramente se debe
a la tensión! En la segunda lectura de los puntos más bien flojos se hace evidente que a
pesar de que la varilla de medición es muy alta, se ha logrado mucho.
Queda abierta la pregunta: ¿con este resultado somos realmente excelentes?
Quizás el problema está en el término excelencia. Lo relacionamos con lo mejor de lo
mejor, con algo estático y no tanto con la descripción de una realidad escolar dinámica.
Yo hubiera preferido que nos dijeran: “El Colegio Goethe es un muy buen colegio, en el
cual se estudia, se trabaja y se vive muy bien y está en el camino correcto para mejorar
todos los días un poquito más”.
Es por ello que me gustan tanto las palabras de Oscar Wilde, especialmente la segunda
parte¨”… Y si no está bien, no es el final”. Formulado de otra forma podría significar para
nosotros: para lo que aún no está tan bien, comienza el trabajo para mejorarlo. El slogan
de una empresa alemana de venta de materiales de construcción dice: “Todo cambio requiere
un comienzo”. Siempre empezar otra vez, es para mí “excelencia”; no es solamente la
fotografía instantánea del momento sino también el avance en conjunto lo que describe la
calidad.
En ese sentido quisiera agradecerles a todos lo que transitan este camino y que son parte
de este excelente colegio alemán en el exterior.
¡Muchas gracias!
Gerald SPLITT
Director General
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