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CAMARA DE DIPUTADOS DE LA NACION 113

compuesta por el subinspector general, don Ci-
nco Zapata; el inspector nacional de escuelas
de la provincia de Entre Ríos, señor Fermín
TJzin, el profesor dGn Martín Herrero, regente
de la escuela normal de Paraná, y don Benicio
López, profesor de la misma escuela.
«En este nuevo informe, volvió a confirmarse
lo aseverado por Bavio, en todos sus detalles.
Ese documento, así como el informe del señor
Níssen y otros antecedentes del asunto, fueron
publicados en el Monitor de la Educación Co-
mún, órgano oficial del Consejo Nacional de
Educación, en el número correspondiente al mes
de enera de 1909.
«Al adjudicar el señor Bavío esos documentos
al Consejo Nacional, pidió la creación de 30
escuelas nacionales en la zona de las colonias
judías y rusas, lo que fué aprobado determinán-
dose que dichas escuelas serían ubicadas en los
parajes que designase la Inspección Nacional
de provincias.
<(Como resultado fecundo de esta campaña,
debe agregarse el hecho elocuente de que
en otras provincias argentinas que estaban en
idénticas o parecidas circunstancias se apresu-
raron a dictar iguales medidas, como ocurrió
por ejemplo en la provincia de Buenos Aires,
con las escuelas rusas de Coronel Suárez».
SANTA FE

Una de las provincias argentinas aludidas
g enéricamente, era Santa Fe. El problema se
presentó también allí, acusando las mismas ca-
racterísticas, igual gravedad, idénticos peligros.
Como consecuencia de una proposición hecha
por el convencional Nicasio Oroño, acordando
el voto a los extranjeros no sólo en las elecciones
municipales sino en las provinciales, la Con-
vención Reformadora de la Constitución de
Santa Fe en 1899, tuvo que ocuparse de la cues-
tión de la enseñanza de las escuelas particulares,
pertenecientes a colectividades extranjeras.
En ese debate regístrase el estado de la men-
cionada enseñanza por aquella época: y es el
convencional Gregorio Romero, obispo de Jas-
so, quien afirma:
«Así pues, señor presidente, la tarea de los
hombres del presente, la tarea de los hombres
del porvenir ha de ser ésta: mantener siempre
vivo el espíritu nacional, el temple del carácter
argentino; hacer, señor presidente, que en todos
los establecimientos de educación, donde se
forma la niñez se encuentra en los retratos de
nuestros próceres, y los niños, bien sean hijos
de cualquier extranjero de la tierra, se formen