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CAMARA DE DIPUTADOS DE LA NACION	                         111

                                                        citado informe, en el que señala las graves de-
                                                        ficiencias de que adolecían dichas escuelas, re-
                                                        clamando que la enseñanza tuviera el carácter
                                                        nacional que lógicamente debía exigirse.

                                                                Informe de Ernesto A. Bavio

                                                          Ernesto A. Bavio decía en ese informe:
                                                          «A principios de 1893, el Consejo General de
                                                        Educación de Entre Ríos había constatado la
                                                       existencia de algunas escuelas extranjeras en
                                                        las que estaba eliminado el idioma castellano
                                                        de la enseñanza. Con tal motivo se intimó a los
                                                       directores de esas escuelas para que en el tér-
                                                       mino de un mes se amoldaran estrictamente a
                                                       los preceptos de la ley de educación y del re-
                                                       glamento general de escuelas, pues de lo con-
                                                       trario se les aplicarían sus disposiciones pena-
                                                       les sin consideración alguna. No obstante las
                                                       medidas adoptadas, muchas escuelas rusas y
                                                       hebreas insistían en su deplorable empeño de
                                                       no cumplir las leyes del Estado respecto a la
                                                       enseñanza nacional.
                                                         Pué entonces que, como Director General de
                                                       Escuelas de aquella provincia, presenté en los
                                                       primeros meses de 1894, al consejo un proyecto
                                                       de resolución tendente a suprimir aquellos abu-
                                                       sos y llamado a imprimir a la enseñanza que
                                                       se diera en las escuelas comunes un carácter
                                                       esencialmente nacional.
                                                         «Desgraciadamente aquella ordenanza quedó
                                                       como letra muerta, una vez que salieron los fun-
                                                       cionarios que la dictaron.
                                                         «Acabo de realizar por las aldeas rusas si-
                                                       tuadas en el departamento Diamante, un viaje
                                                       de estudio con el objeto de darme cuenta de sus
                                                       necesidades escolares, y también con el propó-
                                                       sito de observar los resultados de la resolución
 I
                                                       de referencia. Confieso que experimenté una
                                                       penosa decepción al ver que en esas colonias
                                                       todo está como hace catorce años, en materia
                                                       de instrucción pública.
                                                         «En las escuelas de las aldeas rusoalemanas
                                                       la enseñanza que se trasmite es, en su letra y
                                                       en su espíritu, exclusivamente extranjera. No
                                                       se habla en ella una sola palabra en idioma
                   í                                   castellano, siendo así que este ramo debe ocupar
                                                       el lugar más importante del programa.
                                                         «El libro de lectura que debe ser el elemento
                                                       más eficiente de nacionalización y de patriotis-
                                                       mo está impreso en alemán y los temas en él
                                                       tratados son por completo extraños a nuestro
                                                       país. He puesto en manos del señor presidente
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