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CELIA LUBENFELD

               Celia permanecerá en nuestro recuerdo de distintas maneras.

               Para muchos será la profesora de música que los inició en temas que jamás se
            hubieran imaginado, en mundos que nunca hubieran pensado, en compositores que
            solo ella sabía introducir y en técnicas pianísticas y vocales que le gustaba identificar
            y transmitir. Ritmos, cadencias, tonalidades, timbres, vibratos, respiraciones, cifrados y
            otros términos de su métier habitaban su lenguaje y su escucha. Una escucha de puro
            descubrimiento, que sabía transmitir con lenguaje claro y directo, con emoción y pasión.
            Las culturas, los universos simbólicos, una mirada ecuménica sobre las religiones, los
            orígenes de las sociedades, las migraciones, el simbolismo y la transmisión oral eran
            solo algunos de sus intereses. La narrativa fue uno de los de sus maneras para contar
            las anécdotas más desopilantes con que captaba la atención de estudiantes y colegas.
            Los integrantes del famoso grupo musical Les Luthiers se conocieron en el living de
            su casa, fue amiga de Leda Valladares y de Vida Brener, quien trajo la musicoterapia
            a la Argentina..

               Para  muchos  permanecerá  tal  vez  el  recuerdo  de  su  mirada  honda  y  celeste,
            con muchos rulos y sensibilidad social, una mirada con experiencia de vida, que se
            manifestaba con voz grave y sentido crítico, cuestionadora y aguda, emotiva y con olor
            a tabaco, a las carcajadas contagiosas y con la franqueza de esa niña que también fue:
            una niña curiosa y maravillada por las sorpresas de un universo diverso y polifónico,
            que la fascinaba.

               De los ciento veinticinco años de la Goethe-Schule, Celia estuvo dedicada a nuestra
            institución durante dieciséis años hasta que en 2005 se jubiló. Viajó a Verónica y a Chile
            acompañando distintos proyectos , fue parte de la organización de los eventos por el
            100º aniversario de la Goethe-Schule y contribuyó con sus saberes a los proyectos de
            teatro de aquellos años.
               El pasado cuatro de diciembre falleció Celia, sin demasiada anticipación, luego de
            un breve período de transición y casi sorpresivamente.
               Celia  está  en  todas  esas  cosas  que  nos  supo  dar.  Celia  está  en  todas  esas
            representaciones que nos transmitió con amor y con pasión. Celia está un poquito, o
            mucho, en todos los que tuvimos la enorme fortuna de conocerla y aprender de ella lo
            que generosamente supo ofrecer y hacer florecer en los demás. Allí la encontramos,
            allí la seguimos recordando, evocando y disfrutando.
                                                                     Jorge Eduardo Catelli











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