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PALABRAS DEL DIRECTOR GENERAL
DE LA GOETHE-SCHULE, SR. PHILIPP WEHMANN

Queridos alumnos, queridas alumnas, estimados y estimadas docentes y colaboradores,
queridos miembros de la Comisión Directiva, estimadas familias, amigos y amigas de
la Goethe-Schule:
En el 2022 festejamos el 125 aniversario de nuestro colegio, cuyo edificio claramente
es mucho más joven pero lleva el espíritu de todos estos años recorridos. Se cumplen
125 años de la fundación de la Goethe-Schule, uno de los colegios alemanes más
antiguos de toda Latinoamérica. ¡Que honor ser parte de este colegio! ¡125 años de
historia! ¡125 años de formación académica del más alto nivel! ¡125 años de compromiso
con la educación!

Que nuestro colegio cumpla 125 años significa que podemos mirar hacia atrás en
el tiempo para entender lo se hizo posible en tantos años de historia. Pero también
implica un compromiso con el futuro de continuar con la labor de la enseñanza,
mejorarla y adaptarla a las diferentes coyunturas y desafíos que se presenten. Y
al fin y al cabo, a lo largo de los años se aunaron distintos colegios en la Goethe-
Schule, distintas culturas, varios idiomas, un sinfín de opiniones. En este aniversario,
celebremos esta diversidad y levantemos nuestras banderas de cara al futuro.
La Goethe-Schule nació como un simple colegio alemán y, con el paso del tiempo
se abrió, al igual que la comunidad alemana, y hoy tenemos un colegio alemán y
argentino que ofrece titulaciones de ambos países y cuya comunidad educativa está
formada por docentes, colaboradores y colaboradoras, alumnos, alumnas y familias
alemanas o de habla alemana, y argentinas.
Hoy somos este colegio, impulsamos la tradición de este colegio y tenemos la tarea
de ofrecerles a nuestros alumnos y alumnas una pedagogía de vanguardia acorde a
los tiempos que corren para que aprendan a pensar y a actuar más allá de sus propios
horizontes, con todas las oportunidades que esto les brinda. Esta es una enorme
tarea y quienes tomaron la decisión de inscribir a sus hijos o hijas en este colegio o de
trabajar en este colegio (o, como en mi caso, ambas) asumieron esta tarea con total
compromiso.
Si imaginamos que Johann Wofgang von Goethe nos viene a visitar al año 2022
con motivo de nuestro aniversario, seguramente se daría cuenta enseguida de que el
colegio vivió dos años muy particulares. Uno, en el que el edificio de la Goethe-Schule
estuvo cerrado y se reemplazó por un espacio virtual y otro, en el que el colegio luchó
para volver a su edificio real con un ida y vuelta de modalidades que se impusieron y
hubo que implementar.

Encontraría un colegio que desea fervientemente volver a la normalidad. Pero
también nos diría que la normalidad de hoy no puede ser la misma de ayer. La Goethe-
Schule de 125 años no va a volver a ser el mismo colegio de los 123 años anteriores,
analógico, tradicional en la forma de concebir las clases, un colegio bajo el lema “igual
que siempre”. Todos aprendimos mucho de los meses que pasaron y Goethe se daría
cuenta cómo el equipo docente y los alumnos y alumnas, a pesar de la virtualidad
impuesta, trabajaron en conjunto, sobre todo de manera digital, muchas veces participativa,

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