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Finalmente, sepan que el aplauso de esta noche es por sobre todo un canto de
              esperanza en que ustedes sabrán hacer mejor lo que no logramos los adultos:

              · hacer de nuestro país una sociedad más justa, que no se ancle en divisiones sino
              que encuentre puentes para que sus integrantes disfruten y se desenvuelvan en los
              enormes talentos que tienen;
              · hacer de nuestro planeta un sitio cuidado y protegido en el que nos esmeramos por
              preservar esa increíble naturaleza, que poco a poco está sucumbiendo ante nuestros
              embates; y
              · convertirse ustedes mismos en seres autónomos, capaces de:
                 (a) “creer en la dignidad del ser humano”
                 (b) “desarrollar los atributos personales a través de la libertad responsable… [que no
                 es sino] capacidad para asumir compromisos, deberes y derechos”
                 (c) “construir, a partir de la autodisciplina, una convivencia ordenada y armónica” y
                 (d) “vivir de acuerdo con los principios que sostienen”.

                 En resumen, cada aplauso es una señal del enorme afecto que esta comunidad tiene
              por ustedes y con el que los quiere despedir, acompañarlos con su red de exalumnos  a
              donde sea que elijan ir y recibirlos cada vez que quieran volver.
                 Me permito, en este año de celebración del natalicio de Alexander von Humboldt,
              citar sus palabras y recordarles que el aplauso también tiene algo de efímero y que la
              vida sigue:

              Wer Lob empfängt, tut immer wohl, es mehr als eine freiwillige Gabe anzusehen denn
              als einen verdienten Lohn. (Alexander von Humboldt (1769 - 1859)

                 Antes de terminar, me he permitido traer a esta fiesta a alguien que se merece un
              aplauso de todos nosotros, incluyéndolos a ustedes. Invito a Marcos Gauna, quien como
              ustedes acaba de completar sus estudios secundarios, a pasar al escenario para recibir
              también él su bien merecido aplauso.
                 Quienes hoy nos reunimos para aplaudirlos con sus padres, los directivos y docentes,
              y el personal no docente, con cierta pesadumbre por la despedida, nos quedamos sin
              embargo serenos porque sabemos que a ustedes estos aplausos no los van a distraer
              del camino que han elegido o van a elegir. Vayan tranquilos y alegres, y sepan que las
              puertas de esta institución, que fue su casa, quedarán siempre abiertas para recibirlos.

                 ¡Felicitaciones!
                                                                           Andrés de la Cruz














                     Marcos Gauna es miembro del equipo de Mantenimiento y Maestranza del colegio.

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