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en el Programa de Intercambio estudiantil, con una enorme simpleza, pero a su vez pro-
funda sensibilidad, me hizo reflexionar en este mismo sentido comentándome a su regreso:
“la Navidad en Alemania es más silenciosa, la gente se prepara para ese encuentro en fa-
milia con más anticipación que nosotros aquí en Argentina [...] y yo estaba alucinado con
el olorcito que había en la habitación donde estaba el árbol... claro, recién después de unos
días me dí cuenta de que no era un árbol de plástico como los nuestros!”. Otro de los chi-
cos hizo una referencia parecida, respecto de la noche de San Silvestre, tal como es llama-
da en Alemania, la noche del treinta y uno de diciembre: “los alemanes tienen rituales dis-
tintos; el “Bleigießen” me hizo emocionar, todos hablaban y se auguraban cosas „re copa-
das“ a partir de las figuritas que sacaban. [del recipiente con agua]”
Sin duda, formar parte de este Proyecto significa, también, la posibilidad de atravesar
una experiencia enriquecedora, que ha de ser puntal del posicionamiento subjetivo de nues-
tros jóvenes, miembros de una Institución como la nuestra, en la que su propia esencia es
el encuentro de culturas, su integración y la apropiación simbólica de las mismas, con to-
da su magnitud e implicancias. Así es pensada la participación en este Proyecto, no como
un mero viaje turístico, sino como un premio que ha de ser procurado por sus padres, jun-
to a la Institución, en relación al buen desempeño académico y de convivencia que de-
muestren, los aspirantes al mismo a lo largo de su paso por el Colegio: buena conducta y
no tener más de dos materias para recuperar (incluidas previas) son requisitos para la par-
ticipación en el Intercambio. Deseo aquí hacer un agradecimiento público a los Directivos,
Secretaría académica y Profesores de la casa, que con tanta dedicación y flexibilidad, se
han comprometido para adelantar fechas de exámenes de los alumnos que así lo requirie-
ron para cumplimentar estas condiciones.
Un dato de importancia es el gran interés que en estos momentos presentan los jóvenes
alemanes por aprender el idioma castellano. Según ellos mismos han alegado, el castellano
es un idioma importante a nivel mundial por la cantidad de población nativa que lo habla.
Además, para los nativos de la lengua de Goethe, resulta más sencillo en su ortografía y pro-
nunciación que otras lenguas romance. También me han hecho saber que el español es una
lengua asociada a experiencias veraniegas de las costas españolas, a las vacaciones… y al
asado argentino, del que con mucho entusiasmo y no sin cierta nostalgia, hablan los alum-
nos alemanes ex- participantes del Proyecto, quienes, en muchos casos, ya están programan-
do su segunda visita a nuestro país ahora acompañados por sus padres y hermanos.
En el momento de presentación del presente artículo, están llegando a nuestro país, pa-
ra participar de las clases diarias en nuestro Colegio, un grupo de alumnos alemanes pro-
venientes de las ciudades de Dresden, Marsberg y Marbach am Neckar (Ciudad en la que
nació Schiller, en las cercanías de Stuttgart ). En la segunda mitad de 2006, en las reunio-
nes de preparación de los alumnos que viajarán en diciembre, comenzaremos a trabajar en
una investigación sobre las costumbres cotidianas de la población alemana de hoy en día
y también en la preparación de las clases explicativas sobre la Argentina y su gente, que
nuestros alumnos tendrán que exponer en sus respectivas escuelas germanas.
Espero de todo corazón, que este Proyecto, por su importancia y las posibilidades que
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