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,de  O.







                       de la nueva Alemania.

                              Para  1 erlLinar di gamos al gunas paiaoras sobre lao relaciones

                        del maestro con las autoridades escolares argentinas y loe ar


                        tinos en general.

                               n la	rur1Úe e eso uclas o ivaauanas el iiiae E uro jtiixji&

                        no texie mayor contacto con las autrtdaaeo esc-'lares, ya que

                        tr€a ue eiitiideroe c , n ellas ueda a caro cel utrector, juicu

                        Q1E»LtC c.n e'stas toco lo concerniente a lao coligaciones de u

                        escuela y se res corisaciliza de la conducta ae sus maestr'-'s. Pe

                        ro en las pequias escuelas, en las que el maestrn se


                        iLalla Solo, es a e'l a cuien incuiLc el cuILlplLfllCflto de et ta

                        rea. YCEtO slo puede	                                           9Uarse erirelacio

                        nec aHILstosas cori .Las autoridades ¿ocolares, el director de la

                        escuela del es tadn ael lugar y los hauitantcs del campo.

                         .xx l argentino es por naturaleza amable, complaciente y servi

                        o ial, s core todo sumamente serio ide a las maneras


                        aoiertasTfrancas,y al mismo tiempo               	                   corteses. Una
                                              /	                         demas
                        c'la cosa le resulta ineop r rabl7: la rudeza, la grooera, y ek

                         ue pretendan saber xns que l. ntre los arenitirve --que por


                        ser ae ascennuericia rociarla oaieaLaucxio de ias Ioras exteriores—
                        no ce estila el roceder habitual entre nosotros lo a1eunes.


                        Cuando aoe alemanes discrepan en sus opiniones o llegan a cho-

                        car por causa cte eliaPpueden"aecirse la verdad
        *
                        a coca llena n y seguir despue's siendo tan ouenos amigos COmO ar

                        tee. No ae entre los argentinos. En cambio, estos son IIIUY sen-

                        siolee y es sieme fcil ganarlos por medios de pequedos favo-

                        res y aonee ezteriores --siempre que no procedan de adulone
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