Page 51 -
P. 51

En  nombre  de  la  Comisión  Directiva,  bienvenidos
                                        todos, autoridades e integrantes de la comunidad
                                        Goethe, a este festejo de nuestros 125 años.

                                           A lo largo del día, compartiremos testimonios de la
                                        vitalidad de este proyecto educativo.

                                           Pero ahora los voy a distraer 5 minutos’ para hacerlos
                                        volver en el tiempo 125 años, para ir al mundo en que
                                        vivían las personas que algunos de ustedes acaban de
                                        ver en el video institucional, y tratar de ponernos en
                                        los zapatos de esas 8 personas que voy a nombrar: von
               Carolina Urquiza de Schenone  Bernard, von Freeden, Hansen, Breyer, Richter, Lager,
                                        Uhde, Züblin cuando se juntaron en aquella casa de
                                        Belgrano para fundar la Goethe-Schule.

               En Alemania reinaba el Kaiser Wilhelm II, enfrentado con Bismarck y ambicionando
            marcarle la cancha a Gran Bretaña. Berlín era la gran capital de Europa: pasó de 800
            mil habitantes a 2 millones en apenas 30 años, y era referencia de cultura, arquitectura
            y finanzas para todo el mundo. Eso era allá.

               Acá:  Buenos  Aires  tenía  680  mil  habitantes  y  el  aglomerado,  hoy  el  Área
            Metropolitana de Buenos Aires, que sumaba otros 100 mil habitantes. Empezaban las
            olas inmigratorias que cambiarían la cara del país. Según el censo de 1895, Argentina
            tenía apenas 4 millones de habitantes. De esos, 497 mil eran niños de entre 5 y 14 años,
            es decir, en edad escolar. El censo también nos cuenta que había 486 niños alemanes
            (265 varones y 221 mujeres) los llamados expats del momento.

               Imaginemos  por  un  momento  a  esos  pequeños  alemanes,  que  habían  llegado
            en barco a una tierra lejana, sin conocer la lengua, a otro clima, otras comidas, todo
            distinto.  ¡Qué  mejor  que  una  escuela  para  darles  cobijo!  ¿No  buscarían  ustedes  lo
            mismo para conocer a otros chicos, o encontrarles un lugar a sus hijos?

               Ahora bien, de ese casi medio millón de menores en edad escolar que vivían en
            Argentina en 1897, únicamente 145 mil, el 29,3%, estaba escolarizado. ¡Menos de 1/3!
            ¿Dónde encontrarían cobijo esos niños alemanes?
               Del informe del censo de 1895 se desprende que el principal anhelo de la sociedad
            argentina  en  ese  momento  era  que  todos  los  niños  pudiesen  ir  a  la  escuela,  se
            preparasen para el mundo futuro que sus padres, nativos e inmigrantes, se esforzaban
            por construir. La visión del mundo globalizado de ese momento tenía a Argentina
            como destino, y fundar escuelas era la manera de convertir esa visión en acción.

               Por eso no me sorprende que estos 8 hombres se hayan subido a ese mismo tren
            con el mismo entusiasmo y se animasen a fundar un colegio, nuestro colegio. Quizás
            pensaron primero en esos 486 expats. Pero seguramente tenían también confianza
            en su capacidad de contribuir a su nueva Heimat transmitiendo a generaciones de
            argentinos que vendrían detrás suyo, incluyendo a quienes hoy estamos aquí, lo que
            habían traído de Alemania.




                                                  51
   46   47   48   49   50   51   52   53   54   55   56