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Estimados Directivos, Pa-
                                                                           dres, Alumnos y Profesores:

                                                                              A unos pocos días de ha-
                                                                           ber finalizado este año lecti-
                                                                           vo, último para nosotros, los
                                                                           alumnos de tercer año nos en-
                                                                           contramos aquí reunidos, con
                                                                           el fin de despedirnos de uste-
                                                                           des. Pertenecemos a uno de
                                                                           los tantos grupos que año tras
                                                                           año abandonan el colegio pa-
                                                                           ra comenzar una nueva etapa
                        Egresados 2005
                                                                           de la vida. Al mismo tiempo
                        que marca el comienzo de algo desconocido, esta nueva etapa cierra lo que para todos no-
                        sotros fue un importante y extenso episodio, esto es, el paso por la escuela primaria y se-
                        cundaria.
                           Resulta extraño pensar que nos encontramos en una situación, similar en casi todos los
                        detalles, a la de egresados de años anteriores, a pesar de que somos una camada distinta,
                        viviendo en un contexto distinto. Así, varían los nombres, varía el número, varían el año y
                        la fecha. La situación, sin embargo, es la misma: la llegada de un cierre y el comienzo de
                        algo que, hasta hace poco tiempo atrás, veíamos aún muy lejano. Tal vez sea por eso que
                        resulta tan difícil referirse a este tema sin caer en las repeticiones y sin volver sobre ideas
                        expresadas años anteriores.
                           La idea del cambio se nos impone. Muchos lo anhelamos desde hace tiempo, algunos
                        permanecemos todavía ajenos al suceso, otros, quizá, lo rechazamos. Cada caso en parti-
                        cular es distinto y responde a realidades individuales. Mas allá de esto, todos nosotros vi-
                        vimos una realidad colectiva, que es la de la vida escolar, las ocho horas diarias que pa-
                        samos en el colegio; esto es algo que compartimos cada uno de los que pertenecemos a es-
                        ta camada: constituye un lazo muy fuerte y, mas allá de las diferencias, nos une. En este
                        sentido, todos nos vemos afectados de igual manera por el egreso del colegio.
                           Nadie escapa del enigma que esto nos plantea. Hay muchas cosas que aún ni siquiera
                        nosotros hemos descubierto y que, por lo tanto, no podemos explicar. Probablemente, den-
                        tro de dos o más años, cuando hablemos del colegio, nos referiremos a él con ánimos y
                        palabras muy distintos de los que utilizamos ahora. Esto es algo que sucede con todas las
                        cosas en la vida. Porque cambiamos continuamente. Para nosotros es una experiencia nue-
                        va que recién dentro de un tiempo comenzaremos a elaborar.

                           Más allá de las distintas opiniones y sentimientos que pueda despertar en nosotros nues-

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