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Todo esto admiro en vos como maestra y como compañera.
                        Pero la vida me dio también el privilegio de ser tu amiga y entonces conocí tu sensibi-
                     lidad, tu solidaridad, tu sinceridad, a veces tajante, pero siempre certera, para aconsejar. Y
                     te aseguro, querida amiga, que la valoro muchísimo.

                        A partir de hoy tenés nuevos proyectos, no podía ser menos tratándose de vos ¿Cómo
                     no emprender algo? Pero esta vez no junto a tus alumnos, sino a Nika, tu marido, en tus
                     cabañas del sur, que tanto querés y tanto te entusiasman. Sé que lo disfrutarás y te dará fe-
                     licidad.
                        Pero también, a partir de hoy, la Escuela Goethe pierde una excelente docente y noso-
                     tros a una querida compañera. Lo que me consuela es que, los que somos tus amigos, no
                     te perderemos. Te veremos seguido, estarás siempre con nosotros, Gretel.

                                                                              Sra. Ana Lía VÁZQUEZ




                             Despedida de la Sra. Gretel von Rennenkampf


                        Llegó el momento de despedirme y créanme que no sé muy bien qué decir. Yo, a quien
                     jamás faltaron palabras frente a los alumnos, ahora no sé cómo expresar mis sentimientos.
                        Es que los años, los meses y los días pasaron tan rápido que este momento me agarró
                     de sorpresa, como que no me daba cuenta hasta ahora que estaba terminando con lo más
                     importante que hice en la vida y estoy dejando una tarea que me tenía totalmente atrapa-
                     da. Me estoy yendo de este colegio... Estoy dejando acá los mejores años... estoy dejando
                     mis afectos, mis amigos y, sobre todo, a mis alumnos.
                        Y a ellos dirijo estas palabras. Sepan que los quise muchísimo, los amé profundamente,
                     fui tremendamente feliz con ustedes, entregué todo a ustedes, pero recibí tanto, tanto. Lo
                     que me llevo es eso... el recuerdo de tantas horas compartidas con los chicos. Gracias por
                     darme cariño, por tenerme con-
                     fianza. Gracias por cada sonrisa,
                     por cada palabra. Créanme, si hay
                     algo que no olvidaré es a cada
                     uno de ustedes.
                        Me despido de los padres agra-
                     deciéndoles la confianza que de-
                     positaron en mí, de mis directo-
                     res, de todo el personal de la es-
                     cuela, en especial de mis colegas.
                     Los extrañaré.

                        Lo mío es un LUJO: me voy
                     con la NORTE. Gracias por todo
                     y chau.


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