Page 150 -
P. 150

Folgende Kollegen beenden                Colegas que concluyen su

                        ihren Dienst an der                        labor en nuestro colegio

                        Goethe-Schule







                                Despedida a la Sra. Gretel von Rennenkampf


                           Hace años, yo llegaba a la Escuela del Norte desde la Goethe de Belgrano. Allí te vi: te
                        desempeñabas como maestra de castellano en los cuartos grados y de alemán en los gra-
                        dos superiores. Yo comencé como maestra de un tercer grado. No compartíamos charlas.
                        Me pareciste seria, segura, imponente...
                                                                Luego, pasé a los grados superiores como
                                                             maestra en el área de Lengua y fue entonces
                                                             que comencé a conocerte: ese fue uno de los
                                                             grandes regalos que la vida me dio.
                                                                Compartimos tantos cursos, tantas estadías
                                                             en Verónica, lugar que conocés tan bien y al
                                                             que querés tanto... ¡Cuántos recuerdos, Gretel!
                                                             ¿Te acordás de los hongos que juntábamos y
                                                             que, algo temerosa, yo te preguntaba: “¿Estas
                                                             segura de que no son venenosos?” Y luego los
                                                             compartíamos las dos en el almuerzo?
                                                                El conocerte hizo que comenzara a admi-
                                                             rarte y, por ello, a tenerte como ejemplo, in-
                                                             tentar aprender de vos.
                                                                Eras y sos emprendedora. Todo lo comen-
                                                             zás con alegría. Basta que se acuerde un pro-
                                                             yecto, una idea y ya la estás poniendo en mar-
                                                             cha, sin detenerte, sin desanimarte, sin escati-
                                                             mar esfuerzos.
                                                                Sos una fuente inagotable de capacidad pa-
                                                             ra proyectar, para trabajar.  Y por eso siempre
                        fuiste tenaz en inculcar en tus alumnos la capacidad para reeditar el valor del esfuerzo, en
                        demostrarles que la libertad camina junto a la responsabilidad, en inducirlos y ayudarlos a
                        generar cambios, en orientarlos para que diseñen sus horizontes marcándose sus propias
                        pautas.
                           Un maestro es quien exige esfuerzos, no sobreprotege a sus alumnos, pero porque con-
                        fía en sus posibilidades, en sus capacidades, y goza, luego, con sus triunfos y alegrías: y
                        así sos vos. Porque llegás a conocerlos a fondo: sus preocupaciones, sus miedos... y sabés
                        escucharlos, entenderlos y hablarles guiándolos hasta ganar la lucha.

                                                             148
   145   146   147   148   149   150   151   152   153   154   155