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CAMARA DE DIPUTADOS DE LA NACION 51
Honorable Cámara:
Los hechos documentados en este informe de-
>iestran que las actividades de la Embajada
A
de Alemania no se limitan al campo puramen-
te diplomático. Lejos de ello, resulta evidente
que esas actividades se caracterizan, de mane-
ra fundamental, por su naturaleza absoluta-
mente extraña a la que debiera distinguir a la
representación oficial del gobierno de otro Es-
tado, para particularizarse, en cambio, como una
acción de indudable carácter político.
Los diversos organismos, en apariencia re-
presentativos de intereses privados que fun-
cionan en vinculación con la embajada, se de-
dican, según surge de la documentación que
contiene este informe, a una activa propagan-
da antidemocrática y perturbadora, no sólo de
las reiac>ones oc la Repúb1ca Argentina con
naciones tradicionalmente amigas, sino tam-
•bién de la tranquilidad interna de nuestro país.
La Oficina de Fomento del Comercio Alemán,
dirigida por un agente cuya gravitación es in-
discutible, aparece entregando en el breve pe-
ríodo de un mes y medio más de 100.000 pesos
a un órgano periodístico que se distingue por
el agravio sistemático a nuestras instituciones
y a los próceres civiles y militares que mayor
respeto y admiración merecen del pueblo ar-
gentino. Basta al efecto citar los títulos de al-
gunos de los artículos publicados por ese dia-
rio, como ser: «La campaña chilenizante de
Sarmiento>'; «Mariano Moreno abogado de las
compañías extranjeras"; '<La intangibilidad de
los próceres»; «El pensamiento de Rivadavia no
es cosa para divulgar'>; «La junta de Cisneros»;
«Los liberales buscan rey»; «El anzuelo yanqui
para arrastrarnos a la guerra»; «Roosevelt y su
camarilla belicista'>, etcétera, en todos los cuales
se insulta a los prohombres de nuestra naciona-
lidad y a los gobernantes argentinos o de pue-
bls erneos.
La Oficina de Fomento del Comercio Alemán,
que dirige Vollberg, sólo cuenta, según su pro-
pia declaración, con la cantidad de 5.000 pesos
mensuales para atender a todos sus gastos. Ca-
be, entonces, formular estas dos preguntas lógi-
cas: ¿De dónde salen los 100.000 pesos que esta
oficina destina en dos meses a publicidad, que
por añadi dura no se realiza? ¿No habrá aleuna
vinculación entre este agente y la prodigalidad