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1 CAMARA DE DIPUTADOS DE LA NACION 13

Oportunas advertencias.
La Embajada Argentina señala más tarde la
necesidad de seguir con el mayor interés y
vigilancia en nuestra Repúbli a, todas las ma-
nifestaciones públicas, priva s o secretas, de
las organizaciones que se han preocupado en
difundir las ideas políticas alemanas en los de-
más países y reunir en cuerpos y organizaciones
—tal cual ocurre actualmente entre nosotros—
a todos los alemanes y hasta los descendientes
de raza germánica en las naciones extranjeras.
Hace notar, asimismo, que lo más interesante
no es siempre lo que publican los periódicos en
Alemania, sino las informaciones que traen los
llamados jefes de grupo del extranjero y las
instrucciones que reciben para continuar en sus
tareas e intensificar el Deutschturn mediante la
organización forzosa de todos los alemanes y,
en donde se les permita, de los descendientes
1 la comunicación oficial que también son de gran
de los mismos en las demás naciones. Añadía
importancia las noticias sobre la propaganda y
difusión de ideas que realizan en los pueblos
de donde proceden esos llamados jefes de grupo,
los cuales informan generalmente en forma re-
servada.
En febrero de 1938 la embajada en Berlíh
advirtió también que Bohle se había dirigido
a todos los representantes diplomáticos del
Reich —inclusive al acreditado entre nosotros—
haciéndoles saber que los alemanes residentes
que no trabajen activamente en favor del na-
cionalsocialismo deben ser severamente cas-
ligados.

Reclamación diplomática argentina.
Esta comisión está, asimismo, informada de-
que a mediados de 1938 se habría entablado
una reclamación de nuestro gobierno ante el del
Reich, acerca de las actividades políticas del em-
bajador alemán, von Thermann, reclamación que
se habría producido previo un dictamen de la
1 dictamen previo se establecía que <'el gobierno
oficina técnica de nuestra cancillería. En dicho
alemán puede organizar a sus connacionales en
el exterior, como puede ejercer todos sus dere-
chos del just ad vocandi, pero no puede desarro-
llar una acción política en un país extranjero
y mucho menos por intermedio de sus repre-
sentantes diplomáticos, y en especial de los jefes
de misión, pues si esto les está prohibido por-
que afecta a la soberanía del país en que residen
esos diplomáticos, mucho más grave es que pre-