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permitía mantener el vínculo. Pero ¿y los demás?, ¿aquellos con los que trabajamos y
conformamos la comunidad educativa? El café virtual recreó ese lugar de encuentro
para intercambiar recetas, experiencias, ideas para aliviar la cuarentena, etc. En
definitiva, se abrió un espacio virtual para recuperar el lazo social que se teje en la sala
de maestros.

Como equipo nos resultó una experiencia muy gratificante, de mucho aprendizaje
y también de mucha creatividad. También sostuvimos a distancia las entrevistas con
las familias, el seguimiento de alumnos, el asesoramiento a docentes y los encuentros
con la Dirección. Construimos puentes con las familias para saber cómo estaban y
brindarles nuestro apoyo. A través de llamados, mails y entrevistas, continuamos
ofreciendo nuestro apoyo y acompañando la singularidad de cada hogar, familia
y alumno. Esto constituyó para ellos un gran sostén, contención y alivio, porque
dejaron de sentirse solos y empezaron a sentirse parte de una gran comunidad. Las
intervenciones en la virtualidad fueron nuestro gran desafío en el 2020 y un hallazgo
como posibilidad de asistencia.

Estela Grosso y Cynthia de los Santos
Licenciadas en Psicopedagogía

María Florencia Loris y Nora Steindl
Licenciadas en Psicología

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