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fección que nos lleva a desear retener lo que queremos, nos atribuimos el derecho de eno-
jarnos por lo inexplicable y de sentirnos abandonados por tu ausencia física definitiva.
Querida profesora, querida colega, querida directora de teatro, hiciste de la vida una
gran escena, quizás, desde tus cualidades histriónicas presentías el último acto y, a tu ma-
nera, te fuiste despidiendo de cada uno, sólo que nosotros no nos dimos cuenta... y como
tantas veces, apagaste las luces, bajaste el telón y la escuela hizo silencio.
Que el señor Dios de cada uno, nos permita comprender y aceptar que lograste tu per-
fección humana, la que te estaba reservada, y, al mismo tiempo, nos dé las fuerzas nece-
sarias para que cada uno podamos continuar con la misión que nos ha sido confiada.
Querido Augusto, querida familia, querida comunidad, tanto dolor y amargura por su
partida tal vez cobre sentido si se enciende una luz de esperanza que nos consuele hasta
el reencuentro, más allá de la vida misma.
Querida Liliana, cada uno, en su fe y a su modo, te acompaña adonde estés y te eleva
a ese nuevo destino.
Liliana, descansa en paz.
Prof. María Cristina González
Directora de Nivel Polimodal
Despedida dedicada a Liliana Urbini
Nos despedimos aquí de una compañera invalorable que en toda circunstancia estuvo
a nuestro lado con su afecto y su consejo sano y prudente de amiga fiel.
Como un gigante encerrado en un cuerpo pequeño, la grandiosidad de su alma trascendía
su fuerza física, por eso ni accidentes, ni enfermedades ni disgustos conseguían hacerla
claudicar y con su profunda sabiduría pudo conciliar la entrega incondicional al Colegio
con la amorosa dedicación a su familia.
Generaciones de alumnos recuerdan agradecidos su excepcional calidad de docente,
más allá de toda obligación formal, y los que tuvimos la suerte de trabajar con ella sentimos
hoy el amargo vacío de lo irrecuperable.
Lili, tu sorpresiva ausencia nos hirió como un rayo y en nuestro dolor es difícil encontrar
las palabras para formular este último adiós, pero vos, que con tu inteligencia y tu sensibilidad
nos comprendiste siempre tanto, ahora, desde donde estés, podrás leer lo que cada uno te
dice, silenciosamente, en el fondo de tu corazón.
Tus compañeros
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