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CAMARA DE DIPUTADOS DE LA NACION	                         103


                                                                 Paraguay
                                                 En el programa de invierno para 1937, de la
                                               misma «Humboldt Schule», se inserta en la pá .
                                                                                          -gina 34, un comentario sobre «Paraguay des-
                                               pués de la guerra y la revolución», en el que
                                               se expresa:
                                                 «Cuando a la Argentina hace unos ai'íos no le
                                               iba muy bien, apretó inmediatamente el torni-
                                               llo de los impuestos y el estampillado, que fue-
                                               ron pasaieramente duplicados. Esto no parece
                                               ser posible en Paraguay ; así oninaba un sefior
                                               con quien hablé sobre el particular. En seguida
                                               se produciría una revolucioncita. El día siguien-
                                               te, 14 de mayo, era la fiesta nacional paraguaya.
                                                ros tiros roe despertaron muy temprano. Inves-
                                               tigué en seguida, por eso, si había en curso una
                                               revolución. Recibí la respuesta airada que los
                                               paracuavos los dominaos y días de fiesta no
                                               trrhaHro. Por la misma razón, tampoco hacen
                                                «revolución».

                                                          Inmigración clandestina
                                                 No sólo acravia q un país con nalabras
                                               hirientes biicios despectivos, actitudes descom-
                                                nuestas. También se burla a un nueblo y se
                                                menosnrecia su soberanía e independencia, vio-
                                               lando las leves nue se ha dado, contraviniendo
                                               hasta medidas de cohierno que reclamentan el
                                                ejercicio del derecho de entrar al territorio na-
                                                cional.

                                                                 Uruaii a y

                                                 Un espía. Rolf Meissner refiere 'i «u esoosn
                                                cómo ha entrado clandestinamente al Uruguay.
                                                en carta fechada el 9 de abril de 1939.
                                                  Dice:
                                                      he v»it2u 1 1    "tP rlíl nimio e p 'r'ovO
                                               rIel Parlirlo Nacion1sori»1 i »t, pvnlndole "hP VO
                                               tenía ene O' pn»^Iiiirlg a Salto Rerméh]ir'a del Uru-
                                               gual. De ConeorrIi arreoi"i el rlirjOente del nunto de
                                               apoyo nieneionado todo lo necesario, con un sefior
                                               alornén ar'eI]idado Fiihrroen. y nor medio de la lancha
                                               se nos hizo llegar un cérinlq fclso. con lo aii nude
                                               entrar legalmente a territorio uruguayo. En Monte-
                                               video voy a nonerme en contacto con la agrunacjón
                                               del país, a fin de conseguir gigo. Hazme devolver
                                               también el saco de los tropas S. S. (trejas de pro-
                                               tección), si no lo cambiaron todavía. Aquí puede usar-
                                               se bien, con seguridad.
                                                 El aludido es A. Fuhrmann, militante nazi
                                               que preparó el plan de invasión a Uruguay con
                                               efectivos argentinos, y en otra carta dirigida
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