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CAMARA DE DIPUTADOS DE LA NACION 	                         65

                                                      do Horst Wessel cuando malos hom-
                                                      bres y enemigos de Adolfo Hitler lo
                                                      asaltaron arteramente,. ¿En este cuar-
                                                      to ha muerto Horst Wessel?,, interroga
                                                      por lo bajo Ilse. «Sí, en este cuarto y
                                                      en esta camas. «Como combatió por
                                                      Adolfo Hitler pagó con la muerte su
                                                      fidelidad, por eso cuelgo aquí el cua-
                                                      dro del Führer. «Es cierto que ha dejado
                                                      la tierra, pero en espíritu camina
                                                      Horst Wessel junto con nuestras filas.,
                                                   40: «En el natalicio del Führer,,. «Hay uno,
                                                      que todo lo dirige; uno a quien le co-
                                                      rresponde toda gracia, uno al que nos-
                                                      otros cotidianamente miramos llenos de
                                                      amor, llenos de confianza. Rezad, para
                                                      que Dios nos cuide a nuestro Führer,
                                                      aún muchos años,,.
                                                   52: «Helmut ayuda,. ,En la esquina de la
                                                      calle tamborilea un muchacho para
                                                      juntar la gente. Un hombre de la S. A.
                                                      se la alcanza a los que pasan. «Un
                                                      óbolo para las obras de ayuda de in-
                                                      invierno, por favor,. El presentó la
                                                      caja al joven, y éste metió su dinero.
                                                      Muy bien, camarada, habló el hombre
                                                      de S. A. «Gracias,,, dijo Helmut, «Heil
                                                      Hitler,, y se fué a su casa.
                                             Idénticas observaciones ha podido realizar la
                                           Comisión al estudiar los textos empleados en los
                                           diversos cursos de la Goethe Schule.

                                                        Libros de historia
                                             El mismo funcionario se ocupa del libro (It
                                           historia para la juventud alemana de Kumste-.
                                           ller, editado por Quelle y Meyer en Leipzig ci:
                                           el año 1931,  y destaca, entre otras cosas, estas
                                           observaciones:

                                           En la página 36  Renglón 10: «La velocidad es el me-
                                                         jor aliado; llevar la guerra al cam-
                                                         po enemigo es haberla ya ganado a
                                                         medias,,.
                                            11	11	 11	294: «Desde el año 1850 se dirigieron los
                                                          emigrantes alemanes hacia el sud-
                                                          este del Brasil «Así se formó Blu-
                                                          menau,. Emigrantes alemanes se
                                                          asentaron al sud de Chile. Oficia-
                                                          les alemanes fueron los que hicie-
                                                          ron el ejército chileno. Alemanes
                                                          emigraron a las pampas de la Ar-
                                                          gentina y Paraguay, oficiales ale-
                                                          manes formaron el ejército para-
                                                          guayo, alemanes se asentaron en
                                                          México, Venezuela, Canadá, Austra-
                                                          lia..
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