Page 123 -
P. 123
LATERNENFEST EN LA GOETHE-SCHULE
Por la tarde, comienzan los últimos preparativos, aquellos pequeños detalles para
terminar de añadirle un toque mágico a la noche que se aproxima. Las docentes de
Kindergarten y, por primera vez, de Primaria se preparan para recibir a sus alumnas y
alumnos.
Los niños van llegando poco a poco y se juntan llenos de entusiasmo y algo nerviosos
en la entrada. Llegó el día tan esperado, ese día que vienen preparando hace semanas
en la sala o en el aula, para el que escucharon historias, hicieron dibujos, compartieron
reflexiones, aprendieron canciones y crearon su tan preciado farolito, su «Laterne». Ese
día que, a medida que se acerca, promete un nuevo tipo de magia, esa que hace que
a uno le brillen los ojos y le sonrían los labios.
A las 19:30 h comienzan a entrar a sus respectivos espacios, donde los esperan
sus docentes y sus farolitos. Cuando cada quien ya está preparado, las luces están
encendidas y el sol se escondió dando paso a la noche, los chicos comienzan a caminar.
El «Laternenumzug», el camino iluminado por velas que recorren alumnos, docentes
y familias hasta el fogón, es un momento compartido de reflexión, agradecimiento e
introspección.
Poco a poco, el edificio va quedando atrás y el grupo iluminado por muchos
pequeños farolitos que brillan en la oscuridad se acerca, atraído por la música y
guiados por las velas que marcan el camino, a una ronda. Uno a uno se van sentando,
acompañados por las familias que forman una ronda más amplia.
Finalmente, las docentes dan inicio a la ceremonia, dicen unas palabras y… ocurre
la magia: una lanza prendida fuego vuela por el aire y enciende las maderas apiladas
en el centro; unas tímidas llamas se van llenando de energía y un fogón flameante
ilumina los rostros.
Entonces, con la música tocada en vivo, comienzan a entonar la primera canción:
“Laterne, Laterne, Sonne, Mond und Sterne”. Los farolitos y el fuego brillan y dan paso
a la siguiente canción: “Lichterkinder”, cuya letra emociona profundamente a todos
los niños.
Luego llega un momento muy especial. Las docentes de ambos niveles descubren
los deseos escritos por los chicos y en un gesto simbólico los dejan encenderse con el
fuego para que se multipliquen con el calor y se cumplan.
La música comienza a sonar una vez más y se entona la primera estrofa de “Meine
kleine Laterne leuchtet schön”.
Con las voces cargadas de emoción, comienza a escucharse la última canción: “Ich
geh´ mit meiner Laterne” que acompaña con su magia este encuentro desde hace
mucho tiempo.
Las voces se apagan suavemente y luego de unas palabras de agradecimiento,
comienza el regreso. En el Kindergarten se encuentran los alumnos de sala de 5 y en
Primaria los de 1° año para compartir unos últimos momentos de alegría y recibir las
tradicionales galletas “Weckmänner”.
Así, cada quien se vuelve a casa, abrazando lo compartido en esta nueva noche
mágica de «Laternenfest».
Antonia Canevaro
121