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Esta sucesión de acciones, algunas en apariencia rutinarias y apreciables; otras, total-
                     mente inadvertidas para los asistentes, cobran vida y se concretan merced a ese grupo de
                     trabajo de Eventos Culturales.
                        Me permito compartir una inquietud: ¿se preguntará la concurrencia cómo se lleva ade-
                     lante el programa de Eventos Culturales, más allá de lo que se revele por símbolos, ritua-
                     les o actos?
                        ¿Cuánto tiempo lleva la organización de un evento?, ¿cómo trabajan?, ¿quiénes parti-
                     cipan?, ¿cómo se corporiza un programa cultural, de contenido significativo desde lo pe-
                     dagógico, atractivo y de valía estética dirigido a un público tan diverso respecto de la edad,
                     y tan exigente por su formación cultural intrínseca?
                        El grupo de trabajo está integrado por señoras, que se reúnen con una frecuencia se-
                     manal, movidas por el objetivo de promover la cultura y acercarla a los jóvenes y a sus
                     familias. Participa también la profesora Amalia Pérez Molek en carácter de Coordinadora
                     de Arte. Entre las tareas que realizan con el apoyo de distintos sectores del colegio, in-
                     cluidos docentes y alumnos, no faltan entrevistas a representantes de artistas, búsqueda de
                     “sponsors”, negociación para obtener precios razonables, acuerdo sobre fechas, afiches,
                     gacetillas, programas de mano, promoción. No tengo dudas de que disfrutan de lo que ha-
                     cen, de manera voluntaria, pues se advierte, café mediante, un clima agradable donde no
                     faltan alegría, comprensión, buen humor y un compañerismo tan palpable, que es saluda-
                     ble destacar. Entre ellas, ninguna quiere ser protagonista: el protagonista es el evento. Al
                     mismo tiempo quiero expresar que no me pasan desapercibidos los momentos de tensión
                     que comparten, la ansiedad y preocupación porque el artista cumpla con su contrato, por-
                     que el espectáculo cubra las expectativas de un público crítico por su formación, porque
                     todo funcione cual mecanismo de relojería. Todo esto es lo que no se ve: el compromiso,
                     la responsabilidad, el esfuerzo por la autosuperación, la intensa actividad antes de que se
                     levante el telón y la autocrítica orientada a la mejora en la reunión siguiente al espectá-
                     culo.
                        Bien vale, en este espacio de presentación de todas las actividades realizadas en este
                     año 2005, el reconocimiento por su trabajo a todos y a cada uno de los integrantes del
                     grupo de Eventos Culturales.

                                                                       Sra. María Cristina GONZÁLEZ
                                                                         Directora de Nivel Polimodal




















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